Es la unión de dos almas las cuales han encuentran su paz en ese momento tan profundo, en el que respiras por los pulmones de él, sientes por la piel de ella, ves a través de sus pensamientos, te emocionas de solo pensar que no quieres terminar y te espera toda una vida junto a ese ser humano del que alguna vez desconocías de su existencia o pensaste nunca volver a ver.
Mi consejo personal es que todo el mundo debe de tener su “Ayugu”, porque es muy duro contar toda una vida sin una segunda persona que te corrija situaciones o sitios al final de la jornada, tener quien se mesa contigo al final de la carrera, tener esa persona que comparta lo que todo el mundo no soporta de ti, pero que para el/ella es un habito incorregible de ti y a la vez sonríe y te dice: ¿Qué voy hacer contigo?